jueves, 26 de enero de 2012

Mamá Full Time

Me han  pasado muchas cosas en este tiempo, nada grave, mi vida transcurre con esa calma misteriosa que hace que todo cambie tan paulatinamente que parece que no estuviera cambiando... Lo que importa, sigue ahí. Los que importan, también. Mis viejos, mis hermanas, el Gordo y mis chichis. Con el resto del mundo estoy en armonía, pero sinceramente no es algo que me preocupe demasiado. No espero mucho de nadie, estoy en ese punto dónde me resbala lo que la gente diga, haga, piense o sienta. Estoy irritable y todo me molesta. Sólo estoy preocupada por "mi tribu" y su futuro. Especialmente por mi hijito menor, que va a empezar primer grado en una escuela especial, con toda la incertidumbre que eso implica para mí como madre, y para nosotros como familia. Estos últimos meses me he dedicado casi exclusivamente a ser madre, ja! Cómo si no lo hiciera siempre! Pero, de verdad, he peregrinado por profesionales, consultado especialistas y realizado estudios médicos en cantidades industriales. Eso, sumado a las consultas "fijas" a las que vamos hace tres o cuatro años. Todo para determinar un diagnóstico que nos viene esquivando desde hace rato.
Además, como saben los que tienen chicos en edad escolar, los últimos meses de escuela son terribles. Las maestras se acuerdan de citarnos, de hacer reuniones de padres, clases abiertas, actos recreativos, actos protocolares y vaya uno a saber cuántas cosas más! Si a eso le agregan que mis niños son dos y se me superponen algunas actividades, y que el transporte escolar trabajó hasta el dos de diciembre y mi adorada hijita fue al colegio hasta el 22 (o sea, la tuve que llevar en colectivo) da una combinación explosiva para mis nervios, que ha redefinido la palabra "cansancio".
Ya se cómo suena, no se crean que no me doy cuenta que muchas mujeres hacen las mismas cosas y además tienen la obligación de un trabajo, o de un estudio o de llevar adelante una familia solas. En ese sentido soy aforunada, al menos tengo un compañero que me acompaña, me alienta y me ayuda a seguir adelante cuando vengo en picada...Claro que no me ayuda ni a lavar los platos, ni a cocinar, pero bueno, es algo, no?
Nunca fui una "Drama Queen", no me gusta compartir mis sentimientos tristes. Llegado el caso prefiero contar con lujo de detalles las cosas buenas que me pasan (que gracias a Dios son muchas) y guardarme las que no lo son tanto. No creo que aliviane mi carga, por mucho que me escuchen. Para los demás sería solamente una anecdota y, créanme, que no necesito serlo ni por un instante. No sé, a veces me pongo demasiado rígida en una postura y a largo plazo me doy cuenta que estaba equivocada. Ojalá que así sea...(Amén!)

Hasta aquí, breve pantallazo de mis últimos meses, pero se imaginaran que hay montones de anecdotas, de cosas sobre las que he reflexionado, y de momentos memorables.
Voy a compartirlos, voy a retomar el blog que tantas satisfacciones me ha dado (¿?) porque a veces la vida pasa sin que nos demos cuenta y eso no está bueno...

2 comentarios:

  1. Como nuevo en este blog (agradezco la bienvenida que me diste en el otro comentario), me quedo esperando todo lo que tenés para contar para ir conociéndote un poco más.

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  2. Bienvenida a mi locura, acá tenes´un par de ojos que te van a leer y un corazon que te dará buena energía.

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