lunes, 18 de junio de 2012

Tengo ganas de gritar y no.
Tengo ganas de gritar por la injusticia que mi sobrina esté luchando por su vida, que tiene
apenas un año, que hace unos meses la operaron del corazón y se alimenta con una zonda
desde siempre y ahora una afección respiratoria la tiene en terapia intensiva, con oxigeno. A
veces no entiendo a Dios, por qué hay tantas injusticias y contradicciones en su creación,
por qué...
Tengo ganas de llorar porque la angustia va creciendo dentro mío, la tristeza y la
desesperanza, el dolor de sólo imaginar lo que está viviendo esa madre, que podría ser
yo...Y ella le habla a su bebé pidiéndole que despierte, que la necesita, que sea fuerte...
Tengo ganas de llorar y no.
Me guardo las lágrimas porque ella no necesita que la lloren, sino que le trasmitan
energía, buena vibra, mucha luz...Servirán de algo? O sólo son excusas que nos mantienen
ocupados mientras sucede lo inevitable?
Tengo ganas de escribir y no.
Me quedo mirando la pantalla en blanco y siento que estoy perdiendo el tiempo...
No entiendo a Dios, no comparto su forma de obrar "misteriosa", hoy no me convence...
Pero he rezado el Padrenuestro algunas de miles de veces y he dicho, convencida y
sinceramente, "Hágase tu voluntad...". Hoy no es el día para dejar de creer, hoy es el día
para decirlo con más convicción, no sea cosa que se dé cuenta que estoy dudando...
Los invito a rezar una oración por Uma, gracias por leerme.

jueves, 7 de junio de 2012

Melanco, yo?


Entredicho matutino con el Gordo por no sé qué pavada, pero de verdad que era una pavada: él me contesta mal, yo le respondo peor y a la mierda con el buen clima familiar. Silencio de tumba.
No la seguimos, supongo que porque los dos sabemos lo improductivo que es pelearnos por boludeces, nos conocemos demasiado y, si vamos a discutir, que sea por cosas importantes, no?
Se va a trabajar y se despide con un beso.Me mira con cara de "no me gusta irme así" y yo con cara de "a mi tampoco, pero contestame bien", pico desabrido y a otra cosa.
Música.
Afuera un frío que parte la tierra, adentro los chiquis acostados. Hoy no van al cole y al que amenaza levantarse enseguida lo ubico con un: - A la cama! YAAAAA!!!
Y la mañana se va poniendo, de a poco, lenta. Igual que la lista de reproducción:
Cristian Castro, Sin Bandera, Ricardo Montaner, Shakira no se salva ni Alejandro Fernandez, más tarde vendrán los lentos en inglés, o tal vez termine escuchando a Marco Antonio Solís, no sé...
Podría parecer una postal de la depresión, pero la verdad es que disfruto la música que me emociona, sin prejuicios... Hay una línea muy delgada que separa lo romántico de lo depresivo y, supongo, que está dada por uno mismo. Hay infinidad de temas que me encantan sin que , necesariamente, me representen. A veces me gustaría poder dedicarlos, otras no tanto. Tengo una lista de temas que me recuerdan personas o momentos de mi vida, con los que he llorado a mares, otros que me gustaría que estuvieran en esa lista. Temas que he cantado al mejor estilo Bridget Jones, otros que me dedicaron y por eso empezaron a gustarme, y la gran mayoría, son los que dedicado mentalmente...
Comparto con ustedes éste que me emociona cada vez que lo escucho porque es la canción con la entré a mi fiesta de Quince Años...Y a mi fiesta de casamiento... Y ésta, sólo porque me dieron ganas de escucharla, Besos!

miércoles, 6 de junio de 2012

Entrenamiento extremo

El frío me paraliza. No miento ni exagero si digo que cuando hace mucho, mucho frío (menos de 5º, ponele!) funciono al cincuenta por ciento. No coordino, no soy capaz de tener un pensamiento coherente porque estoy concentradísima en el frío, miro cada rato la temperatura (cómo si tuviera algún don para hacer que suba!) Y me pongo tan tensa que me contarcturo toda. Además de traspirarme como si fuera pleno verano, es que me pongo tanta ropa que es inevitable. Esto me pone de muy mal humor porque la perspectiva de una ducha caliente es tentadora y placentera, pero antes de llegar a ella hay que desvestirse y después me quedo con el pelo húmedo o con un batido sesentoso por el secador, que odio. En resumen, el frío es lo peor que me puede pasar.
Pero las obligaciones no entienden de estados de ánimo ni climatológicos y hoy, como todos los días, hay que cumplir con ellas. Tempranito llevar al Bebote a la escuela (Va a primer grado o primer año, como se llame) y al regreso a la Princesa a la maestra particular. Y acá viene el cuento, dicha señorita vive a diez cuadras de casa, y tengo que caminarlas. O sea, si diez cuadras es un kilómetro y yo la llevo, vuelvo, voy a buscarla  y vuelvo, son cuatro kilómetros caminados a una temperatura de grados bajo cero!!! (Vivo en el conurbano, bastante descampada la zona, siempre calculo dos grados menos que lo que informa las noticias) No se si paso el invierno a este ritmo! Además siempre salimos sobre la hora, parece que estuviera entrenando para una maratón, voy midiendo el tiempo! Lo bueno es que voy a tener las piernas tonificadas antes de empezar Pilates jaja
Estoy tomando un cafecito, de esos que me gustan a mí: en un tazón de sopa, haciendo una pausa y después a llevar a mi bebé a natación...Que fiaca!!! Ya quisiera acostarme hasta mañana y recién estoy a la mitad de mi día...Ufa!!!!

martes, 5 de junio de 2012

Dulce diversión



Las telenovelas me aburren. Son previsibles, rebuscadas y muchas veces están al límite de lo absurdo. A veces pienso que eso me pasa por haber visto tantas en mi vida. Crecí mirando novelas, nacionales e importadas (venezolanas, mejicanas, colombianas...) Aprendí de ellas: Cómo se miran los enamorados, cómo se besan, cómo a pesar de las dificultades terminan siempre juntos. Antes de saber cómo se concebían los bebés, supe distinguir los síntomas de un embarazo ( y las protagonistas ni se daban cuenta!) Sé un montón sobre pérdidas de memoria y estados de shock, sobre secretos mal guardados y planes malvados. Para qué voy a mentir, desconfío de la gente en silla de ruedas, me parece que cuando están solos se levantan y recorren su cuarto pensando maldades... Sí, ya sé, exagero, pero mi mayor temor es ser una de esas protagonistas tontas, ingenuas, que creen que pueden cambiar a la gente, que ponen la otra mejilla y las vuelven a dañar y lloran, lloran, lloran... Es que no se avivan nunca???
Se preguntaran a qué viene todo esto acerca de las telenovelas, bueno, a que el Gordo llega todas las noches y miramos juntos una de ellas. La verdad es que lo disfruto mucho, compartimos un rato divertido, me encanta su cara de sorpresa cuando predigo lo que va  a pasar o completo una frase antes que la digan los actores...Hay cosas que no cambian! Me divierte que me rete  cuando no lo dejo escuchar por estar haciendo críticas o análisis de los personajes, o hacerle el acting de la protagonista mirándolo con cara de boba! Me divierto, sí, quién lo hubiera dicho? Me divierto mirando una novela...

lunes, 4 de junio de 2012

Scarsdale

Hace algunas semanas empecé a hacer dieta. A pesar de las bienintencionadas sugerencias de familia y marido, no fui a la nutricionista sino que descargué de internet la famosa "Dieta Scarsdale". La evalué, la vi razonable y me largué. Debo confesar que los primeros días morí de hambre, al punto de querer abandonarla, pero el recuerdo de una foto mía que ví me dió la fuerza necesaria para continuar. Hasta que empecé a disfrutar la sensación de no tener hambre todo el tiempo y de poder controlar mi impulso de prepararme un sanguchito. Al segundo día, el Gordo ya me decía que me veía más flaca, pero él siempre está motivándome así que no lo tomé en serio. No quería pesarme. Así terminé la primer semana (la dieta dura dos!) pero la curiosidad me estaba matando, a esta altura noté que había rebajado (la ropa ya no me apretaba)  y quería saber cuánto.
La respuesta: 9 kilos. Lo pueden creer? Yo no podía, salí de la farmacia y busqué otra balanza. 9 kilos.
Me alegré tanto como me asusté. Me faltaba una semana más, si seguía a ese ritmo iba a recuperar mi peso de antes de tener mis chiquitos, o sea, el peso que tenía hace diez años. No hace falta tener una licenciatura en nutrición para darse cuenta que es mucha pérdida de peso de golpe. Mi intención no es enfermarme, no soy una obsesiva de la apariencia ni me gustaría andar a los tumbos en la calle. La verdad es que tampoco me estaba matando de hambre, y continué la dieta, aunque no al pie de la letra. Reemplacé algunas cosas, hice pequeñas concesiones y me permití porciones más grandes...Conclusión: No bajé ni un gramo más.
No me importó, el verdadero desafío es no recuperar todos esos kilos con la misma rapidez que los perdí. Voy bien, por ahora...
El próximo paso es comenzar alguna actividad física, la última vez que hice abdominales iba al secundario! O sea, hace más de 14 años...Así que busco algo de bajo impacto...Yoga? Pilates?  Se aceptan sugerencias...


sábado, 2 de junio de 2012

Hoy cocino...

Odio cocinar.
Sin embargo, lo hago todos los días. Es una obligación, una necesidad. Mis chiquitos me preguntan: -Qué vas a cocinar hoy, Ma? A lo que respondo diaria y categóricamente: - No sé, algo rico. Y entonces agudizo el ingenio buscando la forma de cocinar algo rico, nutritivo, saludable y , principalmente, fácil de preparar.
Creo que lo logro, por lo menos lo comen sin chistar, eso es algo, no?
Ayer desperté a mi hija temprano para ir a una consulta y me dijo que por qué no la dejaba dormir un poco más, que estaba soñando algo lindo. Porque no se puede, le respondí, nos levantamos y nos fuimos.
En el camino iba pensando en un millón de cosas, como supongo que hace todo el mundo mientras viaja, y rme acordé de su sueño. Cuando le pregunté qué estaba soñando, me respondió con toda naturalidad: -Qué cocinabas algo rico...Me empecé a reir y ella conmigo...
No puedo hacer  que me guste algo que odio, pero confieso que hoy me esmeré un poco más. Y les pregunté si les gustó cuando terminaron de comer!
Cocinar está dejando de ser una necesidad y una obligación para ser un reto. Puede parecer insignificante,
pero mi meta es que cuando crezcan quieran comer algo preparado por mí. Que no recuerden su niñez, y piensen en milanesas, churrascos y comida rápida. Que sepan que mamá se esfuerza por ellos, para ellos.
Nunca entendí eso de cocinar  "con amor", siempre cociné y punto. Ahora veo la diferencia....
Igual que se queden tranquilas Choly, Narda y cía., por mucho que me llamen de Utilísima o el Gourmet, ya firmé exclusividad con MI FAMILIA!!!

sábado, 26 de mayo de 2012

Rompiendo el silencio

Alguna vez escuché o leí, no recuerdo bien, que antes de hablar debes estar seguro que tus palabras serán mejor que el silencio o sino lo mejor es quedarse callados y lo apliqué. En mi vida. En mis relaciones. Hasta en este blog...
Pues bien, no estoy segura que sea verdad!
Tengo tantas palabras atravesadas en la garganta, tantas respuestas certeras no dichas a tiempo, tanto por decir anudado en el pecho que el día que lo haga lo más probable es que lo grite...y entonces de qué habrá valido callar?
El silencio hace que la vida parezca fácil, que fluya sin remedio ni consuelo, que seamos espectadores y no protagonistas de nuestra propia historia, es andar en puntas de pié por no tentar a la suerte, es aparentar tranquilidad mientras se hierve por dentro...
El silencio es sano sólo cuando se disfruta, cuando una mirada no puede traducirse en palabras, cuando una caricia es un poema, cuando el amor es una canción a dúo entre dos almas que no necesitan decirse nada...