martes, 30 de agosto de 2011

Calidad o Cantidad

Trescientos contactos en Facebook y en el día de tu cumpleaños te saludan cuarenta. De esos cuarenta, veintitantos ni lo sabían, pero lo leyeron y quisieron "alegrarte" con su mensaje.
Nos quedan quince o dieciseis que se acordaron, supongamos que unos diez de ellos no tenían un teléfono donde contactarte (o sea, no están muy involucrados en tu vida) y, por ende, no son saludos muy importantes o trascendentales, salvo alguna contadísima excepción que vendría sólo a confirmar la regla y nos vamos quedando solos...
Los cinco o seis restantes, son los mismos que te mandaron mensaje al celu, mail sentimental y te van a llamar a tu casa, a la noche, obvio. Probablemente sean con los que compartas la cena o arregles "una salidita para el sábado".
También estan los que ni llamada- ni mensaje, directamente se aparecen en tu casa, sin invitación porque es tu cumpleaños y, todos lo sabemos, no se necesita invitación para ir a saludar a alguien en ese día, salvo que llegues a la hora de la comida.
Y, para terminar, están los que no son tu contacto en Facebook, no tienen tu mail ni tu teléfono y no van a ir a tu casa, pero en la distancia, desde afuera de tu vida van a recordar la fecha y van a brindar por vos...
Feliz Cumpleaños!

lunes, 29 de agosto de 2011

MALA

Mi hijo me mira y me dice: -Mala!
Y yo, que me creía tan buena, dudo.
Pienso.
Dudo.
Pienso.
El nene tiene seis años, qué va a saber....

miércoles, 17 de agosto de 2011

La plantita



Él: -Tenemos que hacer algo, parecemos dos viejos chotos...
Yo: - Querés ser mi novio?
Él: - No puedo, ya estoy casado...
Yo: - Dejá la gorda esa que cocina mal, vive para atender tus críos y ni se produce para esperarte...
Él: - Jajaja me estás convenciendo...!!! (Suspira.) En serio, que hacemos? Esta rutina nos va a matar...
Yo: -Bueno, no es para tanto. Salí temprano que esta noche duermo los chicos antes que llegues y me depilo! Algo se nos va a ocurrir...

(Risas)

Y entonces me doy cuenta que lo importante sigue ahí: la complicidad, el afán por no perdernos... Que  si no nos plantearamos estas cosas, hace rato nos hubiesemos perdido.
Pienso que no tuvimos tiempo solos: cuando nos casamos ya eramos tres, al año eramos cuatro. De la soltería a familia tipo, sin escalas.
Al amor hay que ayudarlo, sí, es la famosa plantita que hay que regar un poquito cada día. Qué cursi! ...pero qué cierto!

martes, 16 de agosto de 2011

Piloto automático

Nublado y lluvioso. Hay una neblina tan sutil que sólo alcanza para restarle claridad al día, y el sol se tomó franco. (No me vengan con eso de que " el sol siempre está" porque hoy es mentira!)
A las obligaciones no las altera el estado del tiempo: igual iré a hacer ese trámite al Anses para el que tengo turno hace un mes; igual prepararé la ropa, la comida y la viandas para la merienda de mi nena; igual haré los quehaceres domésticos...
Pero si me sentara a escribir hoy, sería algo deprimente y melancólico. Redundaría en lugares comunes sobre lágrimas y  desamores, sobre las gotas de lluvia golpeando en el cristal y, por supuesto, sobre el dolor de algún adiós.
Aunque haya vivido tardes lluviosas de romance inolvidable, momentos de alegría insuperables debajo de su manto mojado y días en los que no me hubiese importado si llovía o venía un tornado de tan felices, hoy la lluvia me caga. Me deprime.
Por eso, en este día, me calzo el impermeable y el paraguas para salir. Y, como no puedo quedarme tirada sin hacer nada,  me pongo en piloto automático para afrontarlo...

domingo, 14 de agosto de 2011

Herida

"...tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no."

(Mario Benedetti)

viernes, 12 de agosto de 2011

Recordatorio

Tengo que perder la diplomacia.
Levantarme un día y dejarla debajo de la almohada junto con mi pijama a lunares a ver qué pasa. Esconder mis filtros en el fondo del placard y decir lo primero que me venga a la cabeza, sin pensarlo. Y asumir las consecuencias. Tengo que dejar de ser políticamente correcta, que no es otra cosa que un lindo eufemismo para decir falsa. Tengo que olvidarme del miedo a herir a alguien, sin querer. Tengo que ser honesta.
Tengo que poder mirarte a los ojos y decirte: -Ese pantalón es horrible y te queda espantoso!
La cuestión es que no recuerdo si te gustaba Billy Joel...





miércoles, 10 de agosto de 2011

Es tiempo de cambiar

Un día de estos voy a a organizarme. Dedicaré el tiempo que sea necesario y voy a planificar el día siguiente y, desde entonces, lo haré cada día...
No soy profesional, no tengo agenda, ni reuniones, manejo mi tiempo a gusto y placer, bah, solo debo cumplir con los horarios que me marcan mis hijos con sus obligaciones escolares, pero el resto del día lo manejo cómo quiero, entonces... No puede ser que sean seis de la tarde y tenga la casa hecha un desorden, no haya salido a ningun lado, que no haya hecho nada y, encima, esté taaan cansada!
Yo no nací para la vida de ama de casa, debe ser eso. Cuando trabajaba (administrativa) era la organización hecha persona, tampoco tenía agenda ni reuniones, pero me bastaba la organización mental y la cumplía a rajatabla. Me imponía plazos, horarios, llegaba con todo, y me sobraba tiempo para tomar mate, ayudar a alguna compañera, o jugar en la compu. Salía de la oficina después de 8, 10, 12 horas de trabajo con ganas de mirar vidrieras, encontrarme con mi novio (sí, soy de la época que se decía mi novio y no "mi chico"), visitaba a mis amigas, hacía algún curso que me interesara, practicaba natación....Qué me pasó???
Simple. Me casé, fui madre dos veces en menos de dos años, me adapté a una nueva vida llena de horarios ridículos, mamaderas por doblete y pañales de madrugada. Me acostumbré a hacer lo que debo cuando corresponde y lo que quiero cuando puedo. Cambiaron mis prioridades.
Han pasado varios años, mis hijitos ya van a la escuela, es tiempo de organizarme y darme tiempo para mí, sin culpas. Es tiempo de cambiar mis prioridades, again.
Un día de estos, cuando me sobre un rato, voy a organizarme...

lunes, 8 de agosto de 2011

Lo que no se espera de mí (o el mito de mi inteligencia)

Mi hermana es impulsiva. Dice lo que piensa y hace lo que quiere sin medir las consecuencias. Puede ser la persona más hiriente, mal llevada y maleducada del mundo, pero todo se le perdona: Ella es así. Me incluyo entre las personas que malcrían su ego, a fin de cuentas, cuando se trata de ella “te enojás, te estresás, qué ganas?
Pero todo cambia cuando se trata de mí.
Debo proyectar una imagen de persona confiable, mesurada, reflexiva, predecible; que siempre evalúa todo objetivamente, que sabe “cómo son las cosas”, que es educada, amable y ubicada. Que es tan inteligente para distinguir con precisión y a la distancia cuestiones que ni el propio Dios consideró cuando creó los cielos y la tierra…Una especie de Dra. Bones, pero con modales. Perfectita.
Confieso que en algún momento de mi vida (escolar principalmente) me ha servido este estereotipo, como una especie de “hazte fama y échate a dormir”. La única vez que me hubiese correspondido un uno, por no cumplir o presentar un trabajo, la profesora me lo perdonó, por ser siempre “tan buena alumna”.
En todos los lugares que he trabajado, al poco tiempo de conocerme la gente siempre me ha pedido mi opinión, sobre temas de los que apenas conocía, siempre apelando al : -Vos que sos más inteligente que te parece…(tal o cual cosa). Y yo, siempre amable y humildemente, he contestado de una manera diplomática y abierta, cosa de no meter la pata demasiado y dejando un margen de error amplio en mis comentarios.
Por eso, cuando digo algo subido de tono o una opinión desagradable o respondo con un “ no sé” me miran cómo si tuviera cuatro ojos o de repente notaran que muy en el fondo tengo una personalidad y no soy una sabelotodo.
Me gusta que la gente se sorprenda de mi ignorancia y hacer lo que no se espera de mí. Pero no puedo negar que también me gusta dejar una estela de misterio, que imaginen que soy algo más, pero no sepan bien qué. Nunca hice terapia, pero creo haber encontrado después de mucha reflexión el por qué. Pienso que quien más te conoce es quien más puede dañarte, por eso prefiero que pocos me conozcan profundamente. Y si además creen que tengo un coeficiente intelectual más alto que el promedio, qué puedo hacer? Tampoco es cuestión de andar por la vida avivando giles, no?